El Nombramiento que Dividió a Osorno

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manifestantesEn una ceremonia que por momentos pareció partido de fútbol, el sacerdote Juan Barros, asumió como Obispo de la ciudad en la Catedral San Mateo de Osorno. Muchos de los presentes dicen que nunca habían visto tanto nivel de rechazo dentro de una iglesia.

Son las 10:00 am en Osorno y ya comenzaban a llegar decenas de personas que se instalaron en la plaza de la ciudad para protestar contra el nombramiento del nuevo obispo de Osorno, Juan Barros. Los manifestantes estaban muy bien organizados, instalaron parlantes y con un micrófono cantaban canciones religiosas y entregaban mensajes como “Juan Barros hermano nuestro en la fe, por el amor a la iglesia chilena te exhortamos a que renuncies”, mientras decenas de personas vestían de luto y movían globos y banderas negras detrás de una vereda papal custodiada por Carabineros.

En el interior de la iglesia, había unas 400 personas sentadas que tenían globos blancos en las manos, mientras sonaba música religiosa fuerte que contrastaba con las manifestaciones provenientes desde la plaza. Una de las manifestantes, Laura Santibáñez, dijo que “cómo vamos a aceptar en nuestra ciudad a una persona que apoyaba a un pedófilo y cometía abusos. Osorno no quiere a Barros”, recalca.

De pronto, se apaga la música al interior de la catedral y por el costado de la iglesia, se inicia el paseo de la comitiva en dirección al altar que da comienzo a la ceremonia. En ese instante, decenas de manifestantes que habían ingresado a la parte trasera del recinto, muestran carteles contra Barros y le gritan ¡fuera! La comitiva continúa su camino y son empujados por los manifestantes, mientras que en el altar decenas de flash alumbran el ingreso del nuevo Obispo de Osorno hacía el centro de la iglesia. Una vez ubicados, los gritos y pifias no cesan. El audio se hace imposible y los fieles miran espantados lo que está sucediendo. Algunos deciden irse de la iglesia con los ojos repletos de lágrimas, otros miran a los Carabineros que están en la entrada con signos de “hagan algo”.

Seguridad en el Recinto

Dentro de la catedral, se calcula que había unas 600 personas y en el exterior unas 500, lo que derivó en un masivo encuentro entre personas que estaban a favor y en contra de Barros. La única autoridad que participó de la ceremonia, el concejal de Osorno Víctor Hugo Bravo (UDI) -el resto se marginó excusándose con diversos motivos-, dijo que “me parece lamentable que un grupo que se dice ser católico irrumpa en la catedral para enlodar una ceremonia tan importante. Este es un movimiento subterráneo político que está participando organizado para destruir la iglesia católica”, afirmó.

Consultado respecto al ingreso masivo de manifestantes a la Catedral San Mateo de Osorno, el coronel de Carabineros, Leonardo Castillo, explicó que “esta es una situación anómala en la ciudad, es lamentable lo que sucedió. Respecto al orden público, las personas se expresaron libremente y no hubo mayor inconveniente de delitos. No obstante, tuvimos tres detenidos, uno por desorden, otro por agredir a una persona dentro de la iglesia y uno por maltrato de obra a Carabineros”, detalló.

Respecto al ingreso de decenas de manifestantes al recinto, el oficial dijo que “nosotros tuvimos una planificación muy coordinada con miembros de la iglesia y esto estaba organizado. Carabineros no puede restringir el ingreso al recinto religioso, porque era una ceremonia de libre acceso al público”, afirmó.

Durante la ceremonia, el nuevo Obispo Barros, no pudo intervenir ni dirigirse a la comunidad de Osorno, cada vez que fue nombrado fue pifiado. Finalizada la liturgia, Barros se retiró en silencio y fue conducido por un grupo de escoltas a una galería que conecta con la iglesia. Luego de más de media hora, salió corriendo desde la galería hacia la calle Eleuterio Ramírez y fue subido a un auto. Mientras los transeúntes que hacían las compras lo encaraban. Una mujer mira la situación y dice, “parece que estuviese arrancando”.

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